El estornudo el bostezo y el desperezo

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El estornudo el bostezo y el desperezo

Si queremos definir el estornudo el bostezo y el desperezo es indispensable conocer que los causa. Ahora bien, estornudamos porque hay algo en nuestra nariz que allí no debería estar. Cuando los nervios sensitivos del interior de la nariz son irritados, envían impulsos a los centros nerviosos superiores. De allí viene la repuesta en forma de contracción de los músculos que expulsan explosivamente el aire. Esto es el estornudo.

La parte interior de la nariz es tan delicada que siente la menor cosa e inmediatamente la trasmite al cerebro. Claro está que el estornudo no es obra nuestra, pues nos es realmente imposible estornudar adrede, aun intentándolo. Sino obra de la parte inconsciente del cerebro.

¿Qué es lo que nos hace bostezar?

Bostezamos cuando estamos cansados, tenemos sueño o nos encontramos aburridos. En todos estos estados no respiramos tan profundamente como deberíamos y la sangre no adquiere bastante aire, o mejor dicho bastante oxigeno del aire. Hay en nuestro cerebro una pequeña, pero muy presiona partícula nerviosa que cuida de nuestra respiración y es muy sensible a los cambios que se operan en la sangre, cuando estos anuncian algún desorden.

Al advertir este nervio que no hay suficiente oxígeno en la sangre, da orden de respiran con fuerza para establecer la normalidad. He aquí pues, porque bostezamos. Un bostezo no es más que una aspiración profunda y repentina, como un estornudo no es más que una espiración profunda y repentina también.

¿Qué es lo que nos hace desperezarnos?

Muy a menudo nos desperezamos y bostezamos al mismo tiempo y precisamente por la misma causa. Así que cuando nace un niño se despereza y bosteza, y si no lo hace se le obliga a ello mediante golpes suaves, pues es necesario que respire bien, y los actos de bostezar y de estirarse significan respiración normal.

El acto de estirarnos o desperezarnos no nos ayuda directamente a respirar, sino indirectamente. Cuando nos estiramos ejercemos presión sobre muchas de nuestras venas y por el momento entorpecemos la función del corazón de hacer circular la sangre. Este desperezo es, sin embargo, el pequeño estimulo que el corazón necesita y por eso inmediatamente contesta con palpitaciones más fuertes. Esto hace que los pulmones reciban más oxigeno lo que nos hace respirar mejor.